domingo, 30 de diciembre de 2012

Salgamos volando 2


   Faltan dos días para ver a la tarotista, estoy demasiada nerviosa, no he podido comer durante estos días, necesito saber mi futuro con Santino, si él es para mí, si algún día concretaremos algo más que relación entre paciente y psicólogo, necesito saberlo. Mi vida ha mejorado un poco, me reencontré con una amiga que hace mucho no veía y la creía perdida, hacía dos años que no nos veíamos y una tarde la reencontré en el subte yendo a  Hurlingham a visitar a mi tía, en el transcurso del viaje hablamos sobre el trayecto que tomamos en nuestras vidas, ella estudia  medicina y trabaja los  fines de semana  como barwoman , me contó que esta de novia con un psicólogo, en ese momento se me paro el corazón, pensé en Santino pero descarte la opción ya que psicólogos hay muchos y no podría ser justamente él.

   La presento: Ella es delgada y mide unos centímetros más que yo, tiene el cabello castaño ondulado y ojos verdes, se llama Maite y es mi amiga hace cuatro años aproximadamente, era mi vecina cuando vivía con mi tía, pero de un día para el otro ella desapareció del barrio y la di por perdida, nunca imagine volverla a encontrar y que este más linda que yo y que haya entrado en razón y que se haya puesto a estudiar, cosa que nunca hubiera imaginado ya que con ella salíamos todos los fines de semana y odiábamos estudiar y ni hablar de trabajar, esa palabra nunca se nos cruzaba en el camino éramos dos nenas de papá, unas verdaderas mantenidas sin sueño, ella ahora no pero yo sigo siéndolo.

   Cuando me pregunto de mi vida no le dije la verdad, tome valor y empecé a armar una historia:
-         - ¿Y vos Ani qué haces de tu vida?
-        -  Emm… Pues estudio biología y trabajo en un local de cosméticos, me he juntado con mi novio.
-         - Ay qué lindo, te felicito, bueno nos podríamos juntar a cenar los cuatro algún día, sería genial, conocernos, charlar y compartir anécdotas.
-          -Eh… Si claro, cuando quieras, avisa con tiempo, así coincidimos con los horarios.
-         - Bueno, yo la semana que viene tengo libre así que podríamos vernos si deseas.
-         - Sí, claro.

   ¿Qué he hecho?, ¿En qué lío me metí?, ¿ahora qué hare?, la semana que viene es la cena y ¿a quién presentaré? Pero pensándolo bien es una buena oportunidad para charlar con Santino y que se haga pasar por mi novio, de  todos modos él me quiere y sé que en el fondo me ama aunque su trabajo impide nuestra relación, si me rechaza tendré que inventar una excusa para no verme con Maite y su novio o quedar como una patética y decirle que le mentí y que soy una fracasada buena para nada.

   Ya llego el día, me duele la panza y ya me he subido al subte para saber mi futuro. Miro a todos lados como de costumbre y una cara se me es familiar, lo miro con detenimiento es Santino, espero que me mire para sonreírle, no pienso levantarme a saludarlo, pasan los minutos y el viaje cada vez está más cerca del destino al que deseo ir, ya me tengo que bajar, no me ha mirado ni por un microsegundo, pienso que no se habrá dando cuenta de mi presencia tan cercana o a lo mejor era una persona muy parecida a él o lo que es peor haberlo imaginado sentado yendo a un lugar que desconozco.

   Por fin he llegado, una señora de una apariencia extravagante me abre la puerta y me invita a pasar y luego me pide que me siente y me relaje.
-          -Bien, ¿Cuál es tu nombre completo y tu fecha de nacimiento? Y precisamente ¿Qué deseas saber?
-         - Mi nombre es Anabelle Nicole Andriach mi fecha de nacimiento es el 18 de octubre de 1992 y deseo saber por el momento el destino junto a una persona en especifico.
-          -Dime el nombre completo de esa persona y su fecha de nacimiento si es que la sabes y dime qué papel cumple en tu vida cierta persona.
-         - Él se llama Santino Emiliano Mascardi, nació el 20 de enero de 1982, lo conozco hace cuatro años, era mi profesor en la secundaria y nos volvimos a encontrar este año porque él es psicólogo y yo ahora soy parte de sus pacientes, pero siempre me ha gustado todo de él y creo que yo también le gusto, aunque su trabajo creo que impide nuestra relación.
-          -Bien, comencemos
    Menciona palabras fuera de mi capacidad de comprender y reparte las cartas en la mesa y me pide que elija a mi preferencia  un grupo de cartas, lo hago y su cara se transforma y me dice lo que ve
-Veo un gran futuro, pero hay algo que impide su relación, hay futuras confrontaciones con una persona que volvió a aparecer en tu vida y está entrelazada entre los dos.

   Me quede pensando en Maite y en la posibilidad de que su novio sea Santino pero no lo creo, hay muchos psicólogos y él ya es parte de mi y no creo que me oculte algo tan importante como un noviazgo, aunque esta en todo su derecho, no es mi amigo pero lo quiero como tal hasta que él me confiese su amor por mí.

   Otra vez esperando que pronuncie mi apellido y entrar en ese cuarto de dos por dos, diminuto casi asfixiante, acogedor. Oigo una voz llamándome, levanto la mirada que tanto se posaba entre las letras impresas de un libro y la veo a Maite, me pregunto qué hará en semejante lugar, pienso que tal vez tiene turno con algún psicólogo o está esperando a alguien, pues no lo sé.
-Hola Ani ¿Cómo estas? Ay pero ¿Qué haces aquí?
- Eh, hola Mai, bien esperando que me atiendan. Me sorprende verte acá, ¿También venís a secciones?  
- Ay no, ¿cómo crees? Justo pasaba por acá y quise visitar a mi novio, creo que no está demasiado ocupado así que podría estar un rato con él.

   En un momento se me paralizo el corazón, pensé en cuantos psicólogos había en la clínica, por lo que recordaba eran dos Santino y Fabricio, rogaba que el novio de mi amiga fuera Fabricio y no mi amado Santino, si en el caso de que él fuera, mi corazón se partiría en mil pedazos y mi vida se derrumbaría .
-Maite ¿Qué haces acá? Te dije que no me gustan las visitas sorpresas menos en mi trabajo, no quiero que vengas cuando estoy trabajando y menos que invadas  mis tiempos, ya te veré hoy a la noche ¿Es qué acaso no puedes esperar?- replico Santino
- ¿Por qué siempre me haces lo mismo? Es tu trabajo, lo entiendo pero no tienes ningún segundo para mí y eso me molesta bastante, no quiero verte solamente a la noche, necesito verte también de día, saber que el sol te ilumina y que no solo las estrellas alumbran tu belleza.
- Ya basta que una paciente me está esperando, en casa hablamos.

   Lo oí y vi todo, mi peor pesadilla se hizo realidad, el futuro de las cartas se está cumpliendo, ya no hay esperanzas para mí, solo lo veré como ese amor platónico, es que siempre lo fue y no lo quería ver.
-Hola Anabelle, toma asiento ¿Hoy qué tal te sientes?
-Pues te digo la verdad, no muy bien. Se me acaba de derrumbar toda la construcción de fantasía que arme pensando en una persona en especial, hoy digo que no vale la pena seguir, aunque me reencontré con una amiga que creí haberla perdido pero ella es parte de la causa de mi tristeza.
-¿Qué te ha hecho tu amiga?
-Me quito sin darse cuenta la persona que mas amaba, nunca creí por parte de él que iba a estar saliendo con una amiga mía, sabiendo que mis ojos demuestran toda mi alma enamorada.
-Es realmente triste y doloroso por lo que estas pasando, pero a lo mejor a veces el destino no estaba preparado para que estés con esa persona que tanto aprecias, pero tranquila todo se supera y ya verás que el tiempo traerá personas y cosas muy buenas que a lo mejor en él lleve al amor de tu vida.
-El amor de mi vida ya se esfumo con ella, solo queda evadir la situación y luchar para estar con él, hacía dos años que no veía a mi amiga no cambia nada que yo pelee para estar con su actual novio, obviamente y seguramente yo lo conozco antes que ella y eso no le da derecho  a quitarme lo que quiero, hace cuatro años que lucho por él y nada ni nadie me va a impedir conseguirlo.
-Ves si lo quieres  tienes que luchar, nunca rendirte aunque veas las situaciones empeorando no hay que cruzarse de brazos ni actuar de espectador.

   Y así concluye este episodio de mi vida, él con ella, yo conmigo y triste, no puedo pedir nada más al destino, me tiene en su lista negra, ya no queda esperanza, imagino que me invita a su casamiento, ella de blanco y yo con un vestido negro como si fuera a un velorio, al velorio del entierro de un amor que nunca fue. 

lunes, 24 de diciembre de 2012

Salgamos volando 1

    Ya pasaron dos semanas, nada ha cambiado aun, mi soledad se acrecienta cada vez más, mi vida sigue igual de monótona, solo la presencia de mi familia y de mi psicólogo rodean mi vinculo personal, no tengo ganas de levantarme de la cama, creo que ya estuve demasiado tiempo acostada y ya me duele el cuerpo, pero sin embargo tengo que seguir la rutina: cepillarme los dientes, lavarme la cara, peinarme, tratar de desayunar, en el transcurso del desayuno-almuerzo leer un libro para que el tiempo pase más rápido y no pensar en él, o si, lo hago, la concentración me es dificultosa ya hace casi cuatro años que lo conozco, bah que lo vi, me dio clases, y por problemas de familia, y intentos de acabar con mi vida lo volví a encontrar en mi vida, no se si sera casualidad pero el destino lo puso en mi camino, pienso que por algo sera, todo tiene una respuesta.
     Faltan aproximadamente cuatro horas para verlo, la ansiedad me carcome el estomago, he comido pero me ha caído tan mal que lo he devuelto triturado en el inodoro, hojeando la parte de los clasificados del diario para ver si hay algún trabajo que me apetece postularme, encontré el número de teléfono de una tarotista, mi destino me frustra no se si él es para mi, que me depara esta desolada vida, cuando regrese de verlo llamaré para pedir un turno.
     He llegado, mi corazón palpita muy ligero, espero mi turno, espero su voz mencionando mi apellido o tal vez con un poco de confianza mi nombre, pasan los minutos mientras me entretengo leyendo un libro de auto-ayuda, piden tal vez imposibles en este momento de mi vida, los consejos son una tarea ardua para realizarlo en este estado anímico. Mi nombre retumba en la sala de espera, ya es mi turno.
     Lo saludo con un beso en la mejilla y me acomodo en la silla, mientras él lee mi historial yo observo mis uñas débiles.
- Y dime Anabelle ¿Cómo te sientes hoy?
- La verdad que no muy bien, mi vida es tan monótona que me aburre, pienso seguido en suicidarme pero se que hay todavía una estela de luz en el camino, creo que podría arriesgarme a lo que siento y sufrir o gozar las consecuencias, ¿Usted que piensa al respecto?
- La vida es un constante hecho de arriesgarse a lo que uno siente, si uno no se arriesga nunca va a saber lo que le va a deparar el futuro. Creo que tienes que dejar de limitar tus ideas, pensamientos y volcarlos en un papel o simplemente contarmelo, o puedes vencer el miedo a la sociedad y relacionarte con las personas y adquirir confianza y hablar de tu vida, ideas y logros a esas nuevas personas que rodean tu nueva vida.
- Si lo se, pero ¿Si me va mal?
- Es algo que nunca vas a poder saber si no te arriesgas, como te dije vivir es un constante hecho de arriesgar lo que uno siente. No puedes saber tu futuro si no te animas a dar un paso adelante.
- La verdad tienes razón, no se como haré pero tratare de caminar hacia una vida mejor o más pasable.
- Te deseo lo mejor para el comienzo de tu nueva vida, ¿Hay algo interesante que te haya pasado en los últimos días y que me quieras contar?
-Mi vida desde ya no es interesante, pero si te interesa, estuve leyendo unos pares de libros, porque leo varios pero en distintos lugares de la casa o cuando hago algún trámite que derive en esperar, hoy comí y de los nervios he vomitado, pero no creo que sea algo grave, cada vez que tengo turno con usted me pasa lo mismo.
- Ummm, eso es algo raro, ¿ Por qué debe ser que te da ansiedad y nervios?
- Hace cuatro años que nos conocemos, bah de que eras mi profesor y yo tu alumna, la mejor alumna, la niña que tenía nota diez en su materia. Hoy por problemas de la vida que no he podido solucionar sola te he vuelto encontrar en mi camino, podría haberme atendido con otros profesionales pero tu nombre no se me hacia conocido y cuando te vi la primera vez volvió mi pasado en la secundaria de repente, todas las vivencias, las miradas, recuerdo cuando te fuiste y a mediados de año vino esa mujer a reemplazarte. Fue realmente doloroso no tenerlo mas como profesor y muy grato que la vida me haga el favor de haberlo encontrado.
- Yo también recuerdo esos días de mi época de docente, tus buenas notas me hacían muy feliz, y que la vida nos haya vuelto a encontrar es un regalo muy hermoso, pero yo tengo que ayudarte a salir de tu situación actual y cuando te vea bien constantemente darte el alta y a cambio recibir otra paciente, así es mi trabajo.
- Me parece bien, es tu trabajo, yo solo sigo siendo una niña y además con problemas- dijo con voz de tristeza.
- Aunque no lo creas yo también tengo problemas y soy paciente de un psicólogo, no todo en la vida son sonrisas y alegrías hay momentos de tristeza, de agonía que a veces es imparable. Sos  la única paciente con la que hablo así, como si nos conociéramos de toda la vida. Pero fuera de esta clínica  solo te puedo saludar y no tener trato amistoso contigo, lamentablemente mi trabajo me lo impide.
- Sé lo que sientes, no lo niegues más, ambos lo sentimos, nuestras vidas se toparon en el mismo camino, creo que por algo será, esperamos tantos años en soledad y el destino quiso volver a cruzarnos.
- Tienes razón, ¿ Hay algo más que quieras contarme?- le dijo evadiendo su amor hacia ella y volviendo a su trabajo miserable.
- No, no hay más, ya todo lo dije por hoy, creo que no sirve de nada hablar, de todos modos no solucionaras mis problemas. Pido turno ¿Para dentro de cuantos días?
- Te quiero ver dentro de una semana, creo que estarás mejor y hablaras mas.


     El colectivo aun no ha llegado, mis ojos están llenos de lagrimas y mi cara esta empapada, lo se me ama, pero evade sus sentimientos. La gente me mira, mis ojos rojos y mi nariz colorada delatan que estuve llorando, solo espero llegar a mi casa y pedir turno con la tarotista, no puedo esperar más, quiero saber mi futuro, si es para mi y si cambiara mi vida.

 -Hola, si yo quería pedir un turno para consultar mi futuro.
- Buenas noches, si, atendemos los días lunes, martes y jueves de 9 de la mañana a 8 de la noche en Vicente López 467, puede venir en esos horarios y será atendida a la brevedad.
- Bueno, muchisimas gracias hasta luego.

     Quisiera saber mi futuro ya, pero esperare hasta un día antes del turno con mi psicólogo.

    La historia de Anabelle y Santino va tomando su rumbo, pero nuevas aventuras e intrigas van a sucumbirla. Habrá hechos inesperados y desenlaces inconclusos....  

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Salgamos volando

-Lo he visto todo- replico mientras comía ansiosamente su pan.
- Tu mientes, nunca pudiste amar sin ser libre tu misma.
-Eso es mentira y lo sabes bien, yo siempre fui libre hice lo que quise con mi vida y lo sigo haciendo.
- Esa es tu táctica para convencerme, pero se muy bien que te duele en el alma decir la verdad.
- No es cierto, siempre dije la verdad, lo que quieres es que invente una realidad de mi misma.
- No quiero que inventes, quiero que dejes de evadir por un momento y largues todo lo que te hace mal.
- ¿Y si no quiero?
- Te perjudicas tu, piénsalo, luego dime lo que sientes.
- Tal vez lo haré, estoy en la convicción de que nada me pasa.
- YA BASTA! Deja de evadir tu problema!
- Bueno, ya, ¿sabes lo que me pasa? aseguro que no lo sabes y como eres muy chusma, si lo eres antes de que me lo repliques, te diré que nunca sabrás de mi verdadero yo, prefiero que hagas suposiciones que brindarte mi vida, mi verdadera vida, completamente.
. No soy chusma, y por favor no me digas eso,  sabes que yo te podre escuchar y ayudar a cambiar.
- ¿Y dime chiquito psicólogo como lo harás?  ¿acaso unas horas de estudio te han ayudado a comprender la vida ajena? No, ¿verdad? Entonces quédate callado y escucha la verdad que te proporciono.
- Esta bien, cuando quieras hablar ven que te estaré esperando, ahora ve y pide un turno para dentro de dos semanas, si es antes mejor.
- Bueno, ¿Cuando me darás el alta?
- Cuando digas la verdad, tus ojos no mienten, no estas bien y evades muchas cosas, por el momento yo seré tu confesionario.
- ¿Acaso antes de ser psicólogo eras cura?
- No se burle señorita y nos veremos dentro de dos semanas, recuerde que es para su bien.
       
      Me llamo Anabelle, tengo vente años, pero soy una dulce niña que aparenta tener dieciséis años, en fin no importa, mi vida es una gran caja de sorpresas, cuando se abre se encontrara en un mundo nuevo donde la realidad se vuelve fantasía  Mi psicólogo o el psicólogo de varias, de tez blanca, cabellos castaños y ondulado y unos ojos que penetran en tu estado anímico, es imposible decirle la verdad porque si le diría la verdad me daría el alta y no lo vería mas, y sus ojos, cada vez que me miran para que le diga alguna palabra, son una perdición,  mi mayor perdición,  lo contradigo pero se que el día que diga la verdad se terminara nuestras charlas fugitivas de la verdad. No quiero que mis meses pasen sin verlo al menos dos veces, con un poco de suerte tres o ir al consultorio y fingir esperar algo y verlo ahí por un momento.
       Él tiene treinta años, en sus manos no se visualiza ningún anillo, podría conquistarlo pero soy solo una paciente más, nada importante para él, solo ve mi historia clínica cuando tengo que ir a hablar de mis problemas con él, yo no quiero decirle lo que me apetece cuando baja la mirada y lee o anota lo que le digo.

      Mi nombre es Santino, tengo treinta años y trabajo como psicólogo en una clínica privada, di clases de psicología en una secundaria pero tuve que tomar licencia a mitad de año porque me gustaba una alumna que ahora la tengo como paciente. Sus ojos demuestran la tristeza de su alma, su evasión me molesta bastante, quisiera ayudarla, pero no deja que la ayude. Su nombre es tan bello y su apariencia de niña es tan inocente, su nombre es Anabelle, hace un año que viene a hablar conmigo, no avanzamos, solo sé que tiene problemas familiares y vive el mayor tiempo en soledad, no sale con sus amigas ni se si las tiene y evade sus problemas como si solos se fuesen. Su suave caminar, tan frágil como un cisne, desfila en los pasillos de la sala de espera mientras espera ser llamada con mi voz gruesa. Los minutos pasan, salgo del consultorio a buscar una planilla en secretaria, la veo sentada leyendo un libro de un grosor fuera de lo normal, levanta la mirada y me sonríe le devuelvo la sonrisa y sigo  con lo que iba a hacer. Así son mis tardes mientras escucho a otros pacientes y espero el turno de ella, para perderme en sus ojos y escucharla.

    Cabellos ondulados, lacios, del mismo color, tal vez Anabelle con tonos diferentes por la tintura, un mismo sentimiento, evadido, ¿por qué? tal vez los cargos separan este amor...
Continuará...